martes, 27 de enero de 2009

Aspirina, un aliado para su corazón.

Tal vez usted haya escuchado en la televisión, leído en alguna revista, o discutido con amigos y familiares que tomar una aspirina al día (una pequeña o media grande) es muy bueno para el corazón, para mejorar la circulación, e incluso para evitar problemas en el cerebro.

La verdad, no le han informado mal. La aspirina es una de nuestras mejores ayudas para mejorar el pronóstico de pacientes con enfermedades del corazón (infarto agudo de miocardio), de las arterias de brazos y piernas (enfermedad arterial periférica) y de aquellos que experimentan trombosis o derrame cerebral (enfermedad cerebrovascular).

Hasta hace algunos años, este medicamento se recomendaba sólo en personas que hubieran sufrido alguna enfermedad cardiovascular, como las anteriormente mencionadas. Sin embargo, en un artículo recientemente publicado en la Revista Colombiana de Cardiología por investigadores de la Fundación Cardiovascular de Colombia, se resalta el hecho de que el uso de aspirina a bajas dosis, puede ser una excelente herramienta en la prevención de problemas cardiovasculares en personas sanas que presenten algunos factores de riesgo identificados por el médico.

Esta recomendación está sustentada por una amplia cantidad de investigaciones publicadas en la ultima década, que muestran que el uso de aspirina esta asociado con una reducción de hasta del 44% del riesgo de presentar infarto del miocardio, del 23% de presentar un accidente cerebrovascular y del 23% de morir de alguna causa cardiovascular en personas que previamente no tenían estas enfermedades.

A pesar de las bondades del uso de la aspirina, es importante recordar que debe ser recetada por el médico, de acuerdo a las características de cada paciente. No todos pueden emplear la aspirina de forma rutinaria, ya que en algunas personas puede existir un riesgo en el aumento de sangrado del aparato digestivo o del sistema nervioso.

Con base en los estudios realizados hasta el momento, se puede concluir que el uso de la aspirina puede ser junto con una dieta balanceada y ejercicio regular, una de las estrategias más efectivas en la prevención de enfermedades del corazón.

¿Qué es el soporte vital extracorpóreo y cuáles son sus usos?

Por: Víctor Raúl Castillo Mantilla, Md. Cirujano Cardiovascular y Director Ejecutivo – Fundación Cardiovascular de Colombia.
Los soportes vitales extracorpóreos se han convertido en herramientas invaluables en pacientes con falla cardíaca y/o pulmonar severa. En la actualidad, se dispone de dos formas de soporte vital como son: la membrana de oxigenación extracorpórea (ECMO) y los dispositivos de asistencia ventricular (AVD).

El uso del ECMO se indica en pacientes que requieren apoyo cardiopulmonar a corto plazo. Puede ser usado tanto en pacientes quirúrgicos, como en aquellos que no hayan requerido tal manejo, en caso de necesidad de estabilización pre-operatoria, falla al retirar un bypass cardiopulmonar, síndrome de bajo gasto, arritmias, miocarditis o pericarditis restrictiva y paro cardiorrespiratorio.

El circuito del ECMO está conformado por tubos de plástico de diferente calibre, según el flujo que se requiera mantener, en el que se intercala un reservorio venoso, una bomba que impulsa la sangre, un oxigenador, generalmente de membrana de silicona, un módulo de control de gas para el suministro de oxígeno y gas carbónico y un sistema de calentamiento de la sangre.

El circuito toma la sangre del paciente a través de una cánula venosa situada en la aurícula derecha, introducida a través de la vena yugular interna derecha; la sangre es drenada por gravedad al reservorio venoso y es impulsada por la bomba hacia el oxigenador, donde se permite el intercambio gaseoso; posteriormente pasa al calentador y es impulsada a la aorta, a través de la arteria carótida del mismo lado.

Por su parte, la AV (asistencia ventricular) se ha constituido en el tratamiento de elección para pacientes con insuficiencia cardíaca refractaria al tratamiento médico, o en aquellos pacientes que se encuentran a la espera de un trasplante cardíaco.

Estos dispositivos pueden clasificarse en derechos o izquierdos, dependiendo de la cavidad ventricular que reemplazan. Los dispositivos de asistencia ventricular izquierdos (LVAD) le ayudan al lado izquierdo del corazón a impulsar la sangre hacia la aorta; y los dispositivos de asistencia ventricular derechos (RVAD) impulsan la sangre desde el lado derecho del corazón y la envían hacia los pulmones.

La experiencia de la Fundación Cardiovascular de Colombia en el uso de soportes vitales extracorpóreos ha aumentado considerablemente en los últimos años. Un estudio reciente realizado por el grupo de Cirugía Cardiovascular de la institución, reportó el uso de este tipo de dispositivos en cinco pacientes que presentaban indicación de trasplante cardíaco. De ellos, cuatro eran adultos (edad media: 39 años), dos de ellos con arritmia ventricular refractaria, uno en asistolia y uno post-angioplastia; y un niño de un año que se encontraba en postoperatorio inmediato por corrección de cardiopatía congénita compleja.

Posterior al uso de los dispositivos, los pacientes lograron recuperación del estado ácido base, oxigenación y perfusión tisular. El retiro del dispositivo se logró en tres pacientes por trasplante exitoso, recuperación clínica en uno y desafortunadamente uno de ellos falleció por no obtención de órgano para trasplante.

En conclusión, tanto el ECMO como la AV se han convertido en opciones terapéuticas en pacientes con deterioro marcado de su estado cardiopulmonar, generando resultados favorables derivados de su uso y la disminución de las cifras de mortalidad.

Las Estatinas

Mucho más que medicamentos para disminuir el colesterol

Por: Md. Federico A. Silva Sieger, Neurólogo y Epidemiólogo Clínico - Fundación Cardiovascular de Colombia.
Las estatinas son un grupo de medicamentos que utilizamos desde hace ya varios años para disminuir los niveles de colesterol. Durante este tiempo, se han desarrollado varias moléculas (Lovastatina, Simvastatina, Atorvastatina, Rosuvastatina, etc.), las cuales difieren entre otros aspectos en su potencia para disminuir el colesterol en la sangre y algunos efectos benéficos sobre la circulación sanguínea y el comportamiento de la pared de las arterias.

Algunas de estas moléculas han demostrado su capacidad para disminuir el riesgo cardiovascular y evitar la aparición de eventos cerebrovasculares isquémicos o trombosis cerebrales.

El estudio SPARCL, publicado en el New England Journal of Medicine (2006; 355: 549-559), analizó el efecto en casi cinco mil pacientes sometidos a tratamiento con atorvastatina, 80 mg al día, o a placebo (tratamiento no farmacológico activo). Mostró cómo altas dosis de atorvastatina, reducen la probabilidad de recurrencia (presentación de un nuevo evento en pacientes que ya han tenido un episodio) de trombosis cerebral isquémica, además de disminuir el colesterol.

Nuevos análisis hechos en un subgrupo de mil pacientes con aterosclerosis de la arteria carótida del mismo estudio, es decir con obstrucciones de estas arterias por colesterol e inflamación (esta es una de las arterias que lleva sangre al cerebro y de donde salen algunos de los trombos en la trombosis cerebral), mostró que estos pacientes que tienen un riesgo cardiovascular mayor, tienen una disminución mayor al recibir atorvastatina en la prevención de la trombosis. Se puede interpretar que los pacientes con mayor riesgo, logran un mayor beneficio (33% en la reducción del riesgo). Estos resultados han sido recientemente publicados en la revista Stroke (2008;39:3297-3302).

Finalmente, como mensaje es claro que las estatinas son medicamentos que además de disminuir el colesterol en la sangre, mejoran el flujo de sangre en las arterias (revierten parte del daño de la aterosclerosis), y los pacientes con mayor beneficio son los que tienen riesgos cardiovasculares más elevados.

jueves, 15 de enero de 2009

El Tiempo es Cerebro

El caso de la Trombosis Cerebral y la Trombólisis
Por: Federico A. Silva Sieger, Neurólogo y Epidemiólogo Clínico - Fundación Cardiovascular de Colombia.

La enfermedad cerebrovascular isquémica se da por falta de irrigación sanguínea cerebral, lo que produce muerte de las neuronas o células del cerebro. También es llamada ataque cerebrovascular o trombosis cerebral y se puede decir que afecta el alma de las personas.
Es la segunda o tercera causa de muerte en la mayoría de los países y la primera causa de discapacidad física o mental y muerte.

La trombosis cerebral es una de las enfermedades en las que el tiempo que demoran los pacientes en consultar al hospital luego del inicio de los síntomas, es realmente importante.
Investigaciones previas han demostrado que cuando los pacientes reciben tratamiento con un medicamento llamado factor activador del plasminógeno, o proceso de trombólisis, en las 3 primeras horas del inicio de la trombosis cerebral, los síntomas neurológicos se pueden revertir en un grupo importante de pacientes.

Estudios recientes han mostrado que en algunos pacientes, el límite para recibir este tratamiento puede ser extendido hasta las 4.5 horas (New England Journal of Medicine 2008) y en algunos pacientes hasta 6 horas si reciben tratamiento endovascular especializado.

En Colombia, un estudio liderado por el Grupo de Investigación en Ciencias Neurovasculares de la Fundación Cardiovascular de Colombia, en el que se analizaron 311 pacientes que ingresaron a 11 centros hospitalarios de 5 ciudades (Bucaramanga, Cúcuta, Bogotá, Medellín y Cali) con diagnóstico de trombosis cerebral, mostró que en promedio los pacientes ingresan 17 horas después del inicio de la trombosis. Otros incluso tardaron hasta 7 días en ser llevados al hospital por sus familias. Sólo el 23% de los pacientes ingresaron en las 3 primeras horas posteriores al inicio de los síntomas de la trombosis. (Estudio publicado en la Revista Española de Neurología - 2007; 44: 259-264).

Con base en estos resultados, sólo 2 pacientes de cada 10 personas con trombosis cerebral, ingresan a nuestros hospitales dentro del tiempo establecido para ser tratados y beneficiados del tratamiento para esta enfermedad. Significa que de cada 10 pacientes con trombosis cerebral por falta de sangre (Enfermedad cerebrovascular isquémica), 8 pierden la oportunidad de ser tratados y de que se revierta el daño neurológico. Esto equivale a condenar a estas personas a vivir con secuelas neurológicas el resto de la vida.

Estos resultados son realmente alarmantes. En nuestra población se sigue manteniendo la falsa creencia que no hay nada por hacer en las personas que presentan una trombosis cerebral. Sólo esto puede explicar porque esos pacientes son llevados hasta 7 días después de presentar los primeros síntomas.

Entender que el tiempo es vital en estos casos, es el primer paso para iniciar el cambio y la implementación de las medidas prehospitalarias y hospitalarias que transformen el curso natural y la vida de estas personas.